jueves, 18 de junio de 2015

PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

Ante la posibilidad de que el Gobierno Nacional inicie en corto tiempo diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), se han despertado varios interrogantes sobre las ventajas y desventajas que podría traer este proceso.


Algunos especialistas opinaron sobre el tema, con lo que se pudo armar un listado de puntos a favor y puntos en contra en este hipotético escenario.
… A FAVOREntre los puntos a favor que podría traer el proceso los especialistas consultados mencionaron los siguientes:- Hay un buen ambiente para la paz en Colombia, gracias al proceso que se desarrolla con las Farc en La Habana (Cuba). Para el exconsejero presidencial de paz Carlos Eduardo Jaramillo, “hoy la gente quiere que también se negocie la paz con el ELN”.- Es necesario acabar las violaciones a los Derechos Humanos por parte del ELN.Según el exembajador de Colombia ante la OEA, Julio Londoño, “si bien el ELN no tiene la misma fuerza que las Farc, sus acciones han sido muy similares en términos de violación de Derechos Humanos”.- “Es muy importante erradicar el conflicto armado que tiene raíces políticas, para que las autoridades puedan encargarse de combatir a los actores violentos como los narcotraficantes”, así lo afirmó el director de la Campaña Contra las Minas Antipersonal y desmovilizado del M-19, Álvaro Jiménez Millán.- Se pueden aprovechar los acuerdos alcanzados en procesos anteriores con esta misma guerrilla. Al respecto el excomisionado de Paz, Camilo Gómez explicó que “en los diálogos que realizó el gobierno de Álvaro Uribe se lograron avances y acuerdos sobre la mesa que se pueden retomar”.- En esta ocasión el diálogo con el ELN cuenta con el apoyo de las Farc, cosa que no ocurrió en procesos anteriores. De acuerdo con el exviceministro de Defensa, Rafael Guarín “cuando se realizaron estos diálogos, las Farc se opusieron férreamente a cualquier negociación con Álvaro Uribe y esto ayudó a dañar el proceso”.
… EN CONTRASin embargo, no todo es bueno, hay algunas dificultades que el Gobierno deberá sortear en caso de querer iniciar este nuevo proceso.- Se necesita que el ELN muestre gestos de paz. De acuerdo con el exembajador Julio Londoño uno de estos podría ser la liberación del canadiense Jernot Wolbert, porque “no se puede negociar con un grupo que aún tenga secuestrados en su poder”.- El ELN tiene que comprometerse a dejar la violencia. Para el exviceministro de Defensa, Rafael Guarín “las afirmaciones de esta guerrilla de seguir secuestrando extranjeros no ayudan a crear un ambiente de paz”.- La incorporación paralela o conjunta del ELN va a hacer mucho más complejo el proceso. Según el director de la Campaña Contra las Minas Anti-personal, Álvaro Jiménez, “esto puede deshacer acuerdos hechos y alargar mucho el proceso”.- Las elecciones pueden verse afectadas o postergadas. Para el excomisionado de Paz, Camilo Gómez “no se puede cambiar ni alterar el sustento de nuestra democracia; que son las elecciones, por cuenta del proceso de paz”.
- La constituyente se convocaría sin que haya dejación de armas. Para el exviceministro Rafael Guarín “el hecho de que las Farc y el ELN se unan para pedir una constituyente en el proceso de paz, puede generar que ésta se convoque sin que estos grupos dejen las armas”.Mauricio Rodríguez, antiguo Embajador de Colombia en el Reino Unido y actual consejero del Presidente Juan Manuel Santos en la negociación de la paz, la erradicación de la pobreza y la generación de empleo, presentó dos conferencias en la Facultad de Administración, donde expuso diferentes ponencias sobre el proceso de paz que atraviesa Colombia, enfocándose en los retos, beneficios y el eventual proceso de postconflicto que tiene por resolver el país.Mauricio Rodríguez buscó generar foro académico y debate en torno a temas como la negociación de paz en la Habana, Cuba, para indagar sobre el futuro de este proceso y conocer lo que piensan los estudiantes. Como eje central de las conferencias se plantearon los siguientes interrogantes: ¿Por qué un Proceso de Paz? ¿Cuáles son las reglas del juego en el Proceso?, ¿Cuáles son los principales obstáculos del Proceso?, ¿Qué se ha logrado y qué falta?, ¿Cuáles serían los principales desafíos en un eventual post-conflicto? Buscando responder a estas inquietudes, Rodríguez resaltó la necesidad de obtener la paz en un conflicto que lleva más de cincuenta años y ha desencadenado daños a la población colombiana, entre los que enumeró: * El excesivo gasto económico para la guerra y la no inversión monetaria en otros sectores que hoy requieren atención inmediata.* El aumento de víctimas en el conflicto sin una atención contundente. “El problema de que existan regiones y poblaciones en las que el Estado está totalmente ausente, un obstáculo que se pretende superar cuando la seguridad se consiga realmente (…), ésta no consiste en situar un militar o un policía en cada esquina”, añade Rodríguez.Así mismo, Rodríguez habló sobre los beneficios de la paz donde expuso varias razones del por qué es fundamental lograr una negociación que interpele por la paz del país, ya que no solamente acabará con los genocidios que han sacudido a gran parte de la población colombiana, sino que además generará un incremento de la inversión externa y un alza hasta del 2% del PIB anual lo cual ayudará, entre otras cosas, a reducir la pobreza.Afirma que al obtener una negociación favorable, este crecimiento económico será bastante significativo y podrá utilizarse para cubrir varias necesidades inminentes que exige el país, incluso el proceso de posconflicto.El Consejero Presidencial finalizó las conferencias invitando a los asistentes a reflexionar y a tomar conciencia del reto que este tema representa, ya que se necesitará de un esfuerzo adicional para que sea posible la paz.
Es fundamental, señaló, entender que no es un problema de algunos, sino que cobija todos los sectores y toda la población; en este sentido, la empresa privada o pública, deberá establecer, construir y cimentar entes institucionales con sentido cooperativo para lograr una sociedad que esté construida por todos y para todos, sin importar la procedencia o el lugar en donde esté, ya que solamente de este modo se podrá constituir una nación benévola y próspera para el presente y el futuro de Colombia. Estas conferencias se realizaron el 18 y 19 de febrero de 2014.Mauricio Rodríguez Administrador de Empresas, graduado de la Universidad CESA, en la que ejerció como Rector y profesor. Ha ejercido cargos en Finanzas en Colombia, Venezuela, Italia, Suiza y Estados Unidos. Fue Director y Fundador de Portafolio y Vicepresidente de El Tiempo. Se desempeñó como Embajador de Colombia en el Reino Unido. Ha publicado seis libros de economía, liderazgo y administración. Actualmente es el consejero del Presidente Juan Manuel Santos en la negociación de la paz, la erradicación de la pobreza y la generación de empleo.
critica importante de el proceso de paz:
En un discurso que pronunció en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá en el inicio de la "Cumbre Mundial de Arte y Cultura por la Paz de Colombia", Vallejo, autor de "La Virgen de los sicarios" y "Mi hermano el alcalde", entre otras obras, dijo que "estas jornadas por la paz (son) una farsa".
De Santos dijo que subió a la Presidencia colombiana "predicando la guerra" y que consiguió la reelección "predicando la paz" y que para tapar "la realidad monstruosa (del país) con cortinas de humo que no dejen ver lo que pasa" inició un proceso de paz "con la banda más dañina y criminal que haya conocido Colombia, los bandoleros de las FARC".
Vallejo, ganador del Premio Rómulo Gallegos en 2003, señaló que le parece "perfecto" que Santos haya sentado en La Habana a sus enviados con las FARC "como iguales" porque considera que todos son cortados con la misma tijera.
El escritor intervino en el panel "Memorias, relatos y comunicación", pero lejos de mostrarse comprometido con la paz de Colombia, reveló su desconfianza en la negociación con las FARC que desde noviembre de 2012 se lleva a cabo en Cuba.
Según Vallejo, en la mesa de La Habana se negocia "el botín de los altos puestos públicos y sus contratos" que durante 200 años se han repartido unos pocos, quienes "resolvieron ahora que a los de las FARC les tocaba probar el pastel".
"Dos años llevan en La Habana con el cuento de la paz, escamoteando desde el principio, deliberadamente, el punto esencial, el de si van a pagar cárcel por sus crímenes los delincuentes de las FARC", agregó.
Según manifestó, con sus comentarios sólo quiere "que se les haga justicia a las víctimas de las FARC y se castigue a sus victimarios, y de paso a los que los solapan con conversaciones de impunidad que llaman de paz".
Del máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", Vallejo dijo que aunque tiene en su contra 162 órdenes de captura y varias condenas que suman 178 años de cárcel, con la justicia transicional diseñada por el Gobierno pagará una condena ínfima, que calculó en milisegundos.
"¿Entonces 'Timochenko' solo va a pagar 178 miles segundos de cárcel? Pobre, no va a alcanzar ni a comerse una empanada de iglesia", afirmó con la acidez que lo caracteriza.
En el panorama que el escritor presagia para el país una vez termine el proceso de paz, ve al máximo jefe de las FARC como candidato a la Presidencia colombiana.
Según el escritor, nacido en Medellín y nacionalizado mexicano, el rastro de impunidad que puede dejar el proceso de paz con las FARC es una señal para que los colombianos "maten, roben, extorsionen, violen y secuestren" porque "el anticuado concepto del delito aquí desapareció". EFE
El escritor colombiano Fernando Vallejo, hizo una feroz crítica al proceso de paz, al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y a las FARC, y dijo que la ruina del país es "inconmensurable".


Algunas de las preguntas de fondo que tenemos que hacernos los colombianos son:
¿existen las condiciones necesarias para que el Estado inicie un proceso de paz creíble con los grupos al margen de la ley?
¿Cuáles son las condiciones necesarias para evitar la reaparición de la violencia?
¿Cuándo hablamos de posconflicto estamos preparados y dispuestos los colombianos a asumir los costos políticos, sociales y económicos de este proceso?
¿Tenemos una sociedad civil fuerte, articulada, participativa y preparada para el cambio?

¿Están los actores del conflicto dispuestos a reconocer sus actuaciones, decir la verdad y reparar a las víctimas?

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